Esta semana ha vuelto a ser tranquila, con solo dos entrenos como la semana pasada. Pero a pesar de eso, me siento bien y tranquilo. Creo que por primera vez, puedo decir que disfruto de salir a correr. Y que lo hago cuando realmente me apetece.
La milla urbana de Agüimes, creo que marco un antes y un después. Desde entonces, he salido a correr cuando me lo pide el cuerpo. En la milla de Agüimes, por primera vez desde que compito, me vi tras pocos metros de la salida, en la última posición. Ibamos a un ritmo rápido, y por primera vez me veía que iba a quedar el último. Al final conseguí remontar algunas posiciones. Pero durante la carrera, me venían a la mente frases y/o preguntas... "lo importante es participar", "a pesar de que estás en las últimas posiciones, vas a un ritmo rápido", "corro por disfrute propio??"... Pues sí, muchas veces decimos que uno corre por disfrute, pero cuando uno va el último, no mola tanto. Con el paso de los minutos, mis pensamientos fueron cambiando y al final me di cuenta, que aunque quedase el último iba a batir me mejor marca personal. Por lo que me podía dar con un canto en los dientes. Creo que detrás mío quedaron 3 o 4 corredores. Nunca había experimentado el ir tan atrás. Y eso me hizo reflexionar. Cuando uno dice que disfruta del correr, lo ha de llevar a cabo en todos los sentidos. Sin que te importe la marca que hagas, sin que te importe ir el último y sin caer en el bucle en el que muchas veces caemos por querer superar nuestra anterior MMP.
A veces acaba siendo una obsesión, el querer prepararse una carrera, con un plan de entrenamiendo, exigiendonos más y más, y rebasando nuestros límites. Pues bien, yo estoy en plan rebelde!! No quiero volverme un esclavo de un plan de entrenamiento, no quiero que mi vida gire entorno a un plan de entrenamiento. Ante todo quiero disfrutar de salir a correr, sin que se convierta en una obligación. Parece que vaya anestesiado, como si me hubiese tomado alguna pastilla de Melasuda. Ni siquiera se cual será la próxima carrera que voy a hacer. Es como si fuese un momento de incertidumbre, y le estoy pillando el gusto a esa incertidumbre, así que vamos a disfrutar del momento!
Parece que últimamente he encontrado la fórmula que combina "salir a correr", "que no me duelan las tibias" y un poco de diversión. Estas dos últimas semanas he hecho dos entrenos en cada una. Como corro cuando me lo pide el cuerpo o también cuando tengo la posibilidad de hacerlo, cojo los entrenos con más ganas.
Esta semana pasada, el primer día volví a hacer 12 kms. Esa distancia creo que ya la tengo controlada, y he visto que he ido mejorando los ritmos cada vez. Salí con hambre de kms, e hice buenos ritmos. Esta vez, fueron unos cuantos kms que estuvieron por debajo de 5.
El segundo día de entreno, fue al día siguiente. Esta vez me apetecía experimentar lo de salir dos días seguidos a entrenar. Quería aumentar la distancia, hice 14 kms. Sufrí un poquillo. Pues hacía tiempo que no enlazaba dos días seguidos de entreno. Y mis piernas se han resentido un poco. De hecho me duele un poco el empeine del pie derecho.
Ahora estoy escuchando mi cuerpo. El es el que manda. Si quiere correr, lo saco a correr. Y a la vez, voy experimentando de forma distinta. Quería haber participado en la milla urbana de Vecindario. Pero hacía 5 días que no salía a entrenar, y darle esa caña a mis piernas, ahora que las voy controlando, no era una buena idea. Pero tengo intención de meter algun entreno distinto. Como bien me habéis aconsejado a veces, no solo hay que hacer distancia. Igual algún día saldré a hacer un cochinero de 5 kms, o unas series.
En fin, que disfruto de correr más que nunca. Parece que hoy me he levantado con la vena filosófica...